Tras el pinchazo ante el San José, los de Bernardo Plaza necesitan ganar para no descolgarse del todo en la lucha por el título
23.02.14 - 00:21 -
El ritmo de puntos que han impuesto esta temporada Villanovense, Badajoz CF y Mérida ha ocasionado que, ante el más mínimo pinchazo, aparezcan las dudas, las prisas, los nervios y las críticas. Al Mérida, por ejemplo, tras nueve victorias consecutivas, le dio el pasado domingo por empatar ante el San José y la consecuencia es esta: ya no depende de sí mismo, ergo no puede fallar más, ergo todos los partidos de aquí al final se antojarán fundamentales.
No hay lugar para la paciencia. No hay lugar para comprender que esto es un juego donde perder o empatar es una posibilidad. Para entender que aunque tengas más dinero y mejor plantilla, las matemáticas aquí no sirven. Entre otras cosas, porque si no todo sería muy aburrido. «Soy mejor, tengo más dinero, gano». ¿Para qué jugar el partido entonces? El fútbol no sería lo que es sin incertidumbres.
El Mérida lo tiene claro: quiere subir. Y le da igual cómo. Si es como primero lo tendrá más fácil; si es como segundo o tercero lo tendrá más complicado. Pero quiere subir. Y mientras la plantilla y el cuerpo técnico lo reconozcan y acepten que empatar mientras los otros ganan es un paso atrás, mejor.
AZUAGA-MÉRIDA AD
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